martes, 10 de diciembre de 2013

El almacenamiento y el cajón de los calcetines




Todos tenemos en casa un cajón que utilizamos para guardar nuestra ropa interior de todo tipo. Ahí tenemos de todo, calcetines, medias, calzoncillos, bragas, pañuelos....  algunos los usamos a diario, algunos de forma ocasional para hacer deporte o simplemente para estar por casa, algunos son como tesoros que usamos sólo en ocasiones muy especiales...  y algunos no nos los hemos puesto nunca por que nos sentimos ridículos, aunque nos sabe mal tirarlos por que fue un regalo de algún amigo invisible en alguna cena de navidad.


    El caso es que cuando el cajón es nuevo, podemos ordenar todo los que tenemos de manera muy cómoda, e incluso es muy fácil y rápido encontrar aquella prenda que necesitamos en cada momento. Pero a medida que ese cajón se va llenando, cada vez es más díficil encontrar algo, se nos mezclan las prendas, se nos desparejan los calcetines y como la tendencia es no hacer limpieza por aquello de " ... igual me saca de un apuro algún día o es una lástima con lo cómodos que son ", el resultado es que la gestión del cajón cada día es más compleja y le dedicamos más tiempo cada mañana a encontrar aquello que deseamos. Hasta que llega un buen día, que abrimos el cajón y está tan lleno y tan desordenado que luego somos incapaces de volverlo a cerrar. En ese momento se avecina un auténtico desastre.
   Podríamos establecer un símil entre ésta situación cotidiana y el almacenamiento de datos corporativos, independientemente del tamaño de la pyme. Es necesario que la infrastructura de  almacenamiento se dote de los mecanismos necesarios para garantizar que la gestión de los datos nunca permita éstas situaciones ya que, en la gestión de sistemas, " un desastre " significa pérdidas de datos, coste económico elevado de recuperación y la no disponibilidad del sistema durante un tiempo determinado. Las consecuencias no son solo económicas, si no que la pérdida temporal de gestión habitual puede propagar una mala imagen de cara al exterior con unas consecuencias muy dificil de valorar.

  Existen muchas herramientas a nuestra disposición para conseguir éstos objetivos, empezando por la propias configuraciones que nos ofrecen los servidores a través de sus controladoras de discos que nos permiten desde escoger un sistema básico de seguridad con discos espejos ( Raid 1 ) hasta las completas herramientas de gestion que incorporan las cabinas de almacenamiento de gama baja o media, que son capaces de analizar la naturaleza de los datos poniéndonos los calcetines de uso diario más a mano que los de uso ocasional, son capcaces de tener un cajón de recambio preparado por si se nos rompe el principal, o de getionar el espacio de manera inteligente para que no tengamos más calcetines iguales de los necesarios. El hecho de que cada prenda tenga su cajon y este este identificado, facilita su busqueda y su gestion; y por ello ahorramos espacio y coste de almacenamiento. La elección del mecanismo a escoger dependerà en gran medida de la función que debe desempeñar el sistema de almacenamiento, y es muy importante de dedicarle una especial atención ya que con el tiempo nos acabarà afectando en mayor o menor medida a nuestra organización. El ahorro no significativo en una inversión inicial puede llegar a representar a largo plazo un coste de mayor magnitud y de dificil valoración.
Independienemente de cual sean nuestras necesidades de almacenamiento, lo más importante es analizar cual es la naturaleza de nuestros datos y que mecanismo se adapta mejor a nuestras circunstancias actuales y futuras, de manera que podamos garantizar la organización de nuestros calcetines y no perder el tiempo cada mañana revolviendo un cajón para acabar saliendo a la calle con un pie de cada color.




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